Cuando el "core" del negocio es la adaptación al cliente, es necesario definir una solución que durante el procesos de negociación sea lo suficientemente ágil y flexible para permitir captar el máximo de información posible del cliente, pero a la vez tiene que ser una solución lo suficientemente integrada en la empresa, como para:

A. Hacer validaciones a nivel de diseño, a fin de no proponer algo técnicamente inviable,

B. Validaciones a nivel de costes para poder hacer ofertas competitivas,

C. Ser visible para los motores de planificación, de forma que permita hacer simulaciones de capacidad y/o de inversiones económicas, antes incluso de ganar la oportunidad,

D. Generar automáticamente las ordenes en firme, una vez se gana la oportunidad para que la organización comience a trabajar en el menor tiempo posible, con toda la información necesaria.

La configuración dinámica del catálogo de producto debe ser más que una solución de configuración de características del producto.... debe ser una solución completamente transversal a todo el ciclo de vida de venta y fabricación del producto, de forma que permita hacer ajustes y/o modificaciones en cualquier momento de configuraciones ya existentes; manteniendo a toda la organización informada y alineada con la ultima versión disponible. Solo de esta forma, se consigue una solución que es un fiel reflejo del día a día de las empresas que basan su rentabilidad en la adaptación al cliente, asegurando así un buen nivel de servicio a clientes finales y un alto retorno de la inversión.