Independientemente del tipo de empresa que estemos tratando, la pirámide de objetivos es una de las principales estructuras que debe ser definida y comunicada a toda la organización, para asegurar la alineación de todos los miembros de la compañía. La idea no es trabajar por trabajar, la idea es trabajar para un objetivo.
La base de la pirámide es la parte más importante a la hora de tomar decisiones sobre la evolución. La modelización de los procesos de negocio y el mapa de sistemas de información no es una excepción. Cada hora de trabajo y cada euro de inversión deben ir dirigidos a un objetivo claro. Si esta estructura no estuviese fuertemente definida y asentada, siempre existe el peligro de que los mandos intermedios empleen tiempo y dinero en controlar o corregir aspecto que no se han identificados como críticos para la compañía, provocando un desalineamiento en la evolución hacia los objetivos estratégicos y en el aseguramiento de los pilares de la compañía. Estas situaciones siempre se traducen en un mayor coste interno para conseguir un objetivo dado o incluso en un incremento del riesgo para llegar a objetivo.
Fases de la auditoria de procesos de negocio: